Una palabra sobre los derechos y deberes públicos

El Islam le enseña al creyente a compartir sus preocupaciones y las vicisitudes de sus hermanos musulmanes en todo el mundo y a ayudarlos según sus capacidades. El Mensajero de Dios ( s ) dijo: “Un creyente es a otro como los ladrillos a un edificio: Se fortalecen unos a otros”. Al decir estas palabras, el Mensajero de Dios entrelazaba los dedos de las manos. (Al-Bujari, Hadiz n° 5680 y Muslim, Hadiz n° 2585)

El Islam le enseña al musulmán a respetar la reputación de un hermano musulmán y a evitar las sospechas indebidas. Dijo el Mensajero de Dios ( s ): “Eviten las sospechas. La sospecha es la peor mentira. No hagan caso a las malas noticias, deficiencias o falencias de sus hermanos musulmanes. No espíen a sus hermanos musulmanes. No compitan [con intenciones malignas] con sus hermanos musulmanes. No odien a sus hermanos musulmanes. No les den la espalda a sus hermanos musulmanes [cuando necesiten ayuda o apoyo]. ¡Oh siervos de Dios! Sean hermanos unos a otros, tal como Él les ha ordenado ser. Un musulmán es un hermano para otro musulmán. Un musulmán debe ser justo con su hermano musulmán. Un musulmán no debe decepcionar ni olvidar a su hermano. Un musulmán no debe exponer a su hermano musulmán. Todo lo que un musulmán posee es ilícito para el uso de otros musulmanes [sin el consentimiento previo del propietario] o abuso [sin el debido derecho]. La piedad [y la probidad] está aquí, señalándose el pecho [es decir, el corazón]. La piedad está aquí. Es suficiente mal que un musulmán desprecie a su hermano musulmán. Todo lo que un musulmán posee es ilícito para que otro musulmán [lo altere]; su vida, su honor y su familia. Ciertamente, Dios no se fija en vuestros o apariencias, sino que se fija en vuestros corazones y sus acciones”. (Muslim, Hadiz n° 2563)

Otra guía son las siguientes palabras del Mensajero de Dios ( s ): “El musulmán no será un verdadero creyente hasta tanto no quiera para los demás lo que ama para sí mismo”.64 (Al-Bujari, Hadiz n° 13)

Los derechos comunes a todos los musulmanes de la sociedad islámica son los siguientes:


  • Derechos del gobernante sobre el pueblo
  • Derechos del pueblo sobre el Gobierno
  • Derechos de los vecinos
  • Derechos de amigos e invitados
  • Derechos de los pobres y necesitados
  • Derechos de los empleados/trabajadores
  • Derechos de los animales
  • Derechos varios
  • Derechos del gobernante sobre el pueblo

    El concepto de este derecho se encuentra en el contenido de este versículo del Sagrado Corán: ¡Oh, creyentes! Obedeced a Dios, obedeced al Mensajero y a aquellos de vosotros que tengan autoridad y conocimiento. Y si discrepáis acerca de un asunto remitidlo al juicio de Dios y de su Mensajero, si es que creéis en Dios y en el Día del Juicio, porque es lo mejor y el camino correcto. (4:59)

    Las siguientes son algunas de las directivas de cumplimiento exigido a un musulmán:

    • Obedecer al gobernante en tanto y en cuanto éste no le ordene cometer ningún acto perverso. Así lo dicen las enseñanzas del Mensajero ( s ) de Dios:
    • “Escuchen y obedezcan a su gobernante, aún si es un esclavo etiope quien ha sido nombrado siempre y cuando actúe según el libro de Dios.” (Muslim, Hadiz n° 1838)
    • La obediencia a un gobernante musulmán que actúa según el Corán es una extensión de la obediencia a Dios, y viceversa. Todo acto de desobediencia a las órdenes de un gobernante que actúa según el Corán es, de hecho, un acto de desobediencia a Dios.
    • El gobernante musulmán debe recibir consejos sinceros que le sean beneficiosos a él, a la comunidad y a toda la nación. Al gobernante musulmán se le debe recordar sus obligaciones y ser exhortado a mantenerse creyente a sujuramento de servir al pueblo. Esto se basa en las siguientes directivas del Sagrado Corán: Y habladle cortésmente, para que así recapacite o tema a Dios y se arrepienta. (20:44)

    El Profeta ( s ) dijo: “La religión es consejo”. Le dijimos: ¿Por quién? Él respondió: “Por Dios y por Su Libro, por Su Profeta, por los líderes de los musulmanes y por el pueblo”.

    El pueblo debe apoyar al gobernante musulmán durante tiempos de crisis. Los musulmanes deben obedecer a su gobernante y no dejarlo de lado ni provocar a la gente en su contra instigando así problemas y males mayores. Esto se basa en las siguientes instrucciones del Mensajero de Dios ( s ): “Cuando el pueblo se encuentra unido en el liderazgo de un gobernante recto, y alguien viene a sembrar sedición, condenadle” (Muslim, Hadiz n° 1852)

  • Derechos del pueblo sobre el Gobierno

    MLos musulmanes que viven en un estado islámico tienen ciertos derechos sobre su gobierno. Estos derechos pueden resumirse de la siguiente manera:


    Justicia: Esto implica que toda persona es merecedora de un trato justo en la sociedad islámica. A todos los individuos se les deben respetar sus debidos derechos. Todos los individuos que tengan la obligación de cumplir con ciertas obligaciones deben ser tratados de manera justa y sin ningún tipo de sesgo. Las responsabilidades entre las personas también deben distribuirse de manera justa y equitativa. Ninguna persona, clase de persona, ni sector de la sociedad debe recibir prioridad o preferencia por sobre los demás. Esto se basa en lassiguientes instrucciones del Mensajero de Dios ( s ): “El más amado por Dios el Día del Juicio Final, y el más cercano a Él es un gobernante o juez justo. Y el más odiado por Dios y más alejado de Él es un gobernante injusto y tirano” (Tirmidhi, Hadiz n° 1329.)

    Consulta:El pueblo tiene derecho a ser consultado sobre aquellos temas que conciernen a su economía y la sociedad en general. Este proceso de consulta debe realizarse de manera ordinaria. El público debe tener la oportunidad de expresar sus puntos de vista e ideas respecto a aquellos temas relacionados con la comunidad y la sociedad islámica. Tales puntos de vista deben ser aceptados si sirven al interés común. Dice Dios en el Sagrado Corán: Por misericordia de Dios eres compasivo con ellos. Si hubieras sido rudo y duro de corazón se habrían alejado de ti; perdónales, pide perdón por ellos y consúltales en las decisiones. Pero cuando hayas tomado una decisión encomiéndate a Dios. Dios ama a quienes se encomiendan a Él. (3:159)

    En muchas ocasiones el Mensajero de Dios ( s ) seguía el consejo de sus compañeros… durante la Batalla de Badr, uno de sus Compañeros sugirió cambiar el sitio del campo de batalla de los musulmanes. Uno de los musulmanes le preguntó al Mensajero de Dios ( s ) durante la Batalla: ‘¡Profeta de Dios! ¿Es este un sitio en el que Dios te ordenó acampar, sin tener opción a cambiarlo, o se trata de una estrategia de guerra? El Mensajero de Dios ( s ) respondió de inmediato: ‘No. Es más bien mi estrategia de guerra’. El hombre sugirió: ‘¡Profeta de Dios! ( s ) Este no es el sitio correctopara nuestro campamento de batalla. Busquemos la reserva de agua más cercana a nuestros enemigos y acampemos allí. Enterraremos todos los otros recursos de agua y luego construiremos una reserva para nosotros. Cuando la batalla comience, tendremos acceso a agua fresca pero nuestros enemigos no. Así podremos beber y usar el agua mientras nuestros enemigos no podrán hacerlo; el Mensajero de Dios ( s ) comentó: “Ciertamente has dado el mejor consejo”. (Ibn Hisham, Biografía del Profeta.)

    Legislación islámica: La legislación islámica se llama Shari’ah, o ley islámica. La constitución de un estado musulmán debe estar basada en el Corán y la tradición del Mensajero de Dios ( s ) las cuales son las fuentes judiciales islámicas por consenso de todos los musulmanes. No cabe ningún tipo de opinión personal si existe un texto auténtico al respecto. La ley islámica es un sistema integral de jurisprudencia que incluye derecho personal y familiar, en el ámbito civil y penal, nacional e internacional, y que cumple con todos los requisitos del hombre de la manera más correcta puesto que se basa en las revelaciones de Dios a Su Mensajero para la guía del ser humano.


    Política de puertas abiertas: El gobernante musulmán no debe separarse ni alejarse de su pueblo como tampoco asignar intermediarios que sean parciales a la hora de permitirles ver al gobernante, negándoles el acceso a algunos de ellos. Esto se basa en las instrucciones del Mensajero de Dios ( s ) que dicen: “Todo aquel a quien se le otorgue el liderazgo de los asuntos de los musulmanes pero se aleje de ellos y no responda a sus necesidades, Dios no responderá sus súplicas el Día del Juicio Final, provocándole sufrimiento a partir de su propia pobreza y necesidad”. (Abu Dawood, Hadith no. 2948.)

    Compasión por el pueblo: El gobernante musulmán debe ser compasivo y piadoso con su pueblo y nunca sobrecargarlos más allá de sus posibilidades. Debe facilitar todos los medios para que su pueblo viva con el mayor bienestar posible. El gobernante musulmán debe tratar al anciano como un padre, al joven como un hijo y a la persona de igual edad como un hermano. El gobernante musulmán debe ser respetuoso con los mayores, bueno y piadoso con los jóvenes y considerado con las personas de su misma edad. El Sagrado Corán nos informa de las características del Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), quien fue el primer líder de la nación musulmana: Ciertamente se os ha presentado un Mensajero de entre vosotros que se apena por vuestras adversidades, se preocupa y desea que alcancéis el bien el Paraíso; es compasivo y misericordioso con los creyentes. (9:128)

    Además, el Mensajero de Dios ( s ) nos dijo: “Aquellos que sean compasivos con los demás, Dios será compasivo con ellos. Sean compasivos con la gente sobre la tierra, y quien está en los cielos será compasivo con ustedes” (Abu Dawood, Hadith no. 4941 and Tirmidhi, Hadith no. 1924.)

    Omar bin al-Jattab, el segundo Califa del Islam, estaba tan preocupado con su responsabilidad ante Dios que una vez dijo: ‘¡Por Dios! Si una mula se tropezara en Iraq, tendría temor de que me preguntara Dios por ello el Día del Juicio Final]…’. ¡Oh Omar! ¿Por qué no le pavimentaste el camino a la mula?”.

  • Derechos de los vecinos

    GDios ordenó en el Sagrado Corán: Adorad a Dios y no Le asociéis nada. Sed benevolentes con vuestros padres, parientes, con los huérfanos, pobres, vecinos parientes y no parientes, el compañero, el viajero insolvente y con vuestros esclavos. Dios no ama al arrogante jactancioso. (4:36)

    El Islam considera a los vecinos de la siguiente manera:

    Vecino pariente: Este tipo de vecino tiene tres tipos de derechos: El derecho de parentesco, el derecho de vecino y el derecho por ser musulmán.
    Vecino musulmán: Este vecino tiene dos tipos de derechos: El derecho de vecino y de ser musulmán.


    Vecino no musulmán: Este vecino goza del derecho de ser vecino. Abdullah bin ‘Omar, un conocido compañero del Profeta y estudioso del Islam, volvió a su casa una vez y descubrió que los miembros de su familia habían degollado una oveja. Preguntó de inmediato: ‘¿Le ofrecieron parte de la carne de la oveja a nuestro vecino judío como regalo?’, pues escuché al Mensajero de Dios ( s ) decir: “El ángel Gabriel insistió aconsejándome que fuera amable con mi vecino hasta que pensé que debería darle una parte en herencia” (Tirmidhi, Hadiz n° 2007.)

    Provocarles inconvenientes a los vecinos va en contra del Islam. Dijo el Profeta: ( s ) “¡Por Dios, que no cree, por Dios, que no cree, por Dios que no cree!”. Alguien dijo: ¿Quién, ¡Oh, Mensajero! de Dios? Él respondió: “Aquel de cuyo daño su vecino no está a salvo” (Al-Bujari, Hadiz n° 5670)

    Fue registrado que el Mensajero de Dios ( s ) ilustró los derechos de un vecino de la siguiente manera: “¿Saben cuáles son los derechos de un vecino? [Son:], si un vecino busca tu ayuda, dásela. Si un vecino te pide un préstamo, dáselo [si tienes los medios]. Si tu vecino cae en la pobreza, ayúdalo financieramente y alivia su pobreza si puedes. Si tu vecino se enferma, visítalo [para ver su salud y bienestar]. Si tu vecino es feliz con cierto logro, felicítalo. Si tu vecino sufre una calamidad, ofrécele tus condolencias. Si tu vecino muere, ve a su funeral [si puedes]. No edifiques por encima de la altura de su casa, para no obstruir el sol ni el aire. No molestes a tu vecino con los olores de tu comida, a menos que tengas la intención de ofrecerle algo [de lo que estás cocinando]” (Tabarani, Hadiz n° 1014.)

    Aún cuando un vecino provoque algún daño, se recomienda el buen comportamiento. Un hombre se quejó ante Abdullah ibn ‘Abbaas diciendo: Mi vecino me insulta y me perjudica. Éste le dijo: “Él ha desobedecido a Dios con sus acciones, por lo tanto ve y obedece a Dios al respecto (es decir, no te vengues, sino que actúa tú correctamente)”.

  • Derechos de amigos e invitados

    Derechos de los amigos

    Los amigos gozan de ciertos derechos según el Islam. Esto se basa en las siguientes directivas del Mensajero de Dios ( s ): “Los mejores compañeros a la vista de Dios son aquellos que son los mejores con sus compañeros y los mejores vecinos a la vista de Dios son aquellos que son los mejores con sus vecinos” (Sahih Ibn Juzaimah, Hadiz n° 2539.)

    Derechos de los invitados

    El anfitrión está obligado a honrar a su invitado según el Islam. El Profeta dijo: “Todo aquel que cree en Dios y en el Último Día, deberá honrar a su vecino. Y todo aquel que cree en Dios y en el Último Día, deberá honrar a su invitado según su derecho”

    El hombre preguntó: ¿Y cuál es ese derecho Mensajero de Dios? Él respondió: “Hospitalidad durante tres días y sus noches, y todo lo que esté más allá de eso, será caridad por parte del anfitrión. Y todo aquel que cree en Dios y en el Último Día debe hablar el bien o permanecer en silencio” (Al-Bujari, Hadiz n° 5673)

    Honrar al invitado incluye una bienvenida cálida con un rostro sonriente. De igual manera, es obligatorio por parte del invitado ser considerado con la situación del anfitrión y no sobrecargarlo, tal como dijo el Profeta ( s ): “No está permitido que un musulmán permanecer con su hermano hasta provocar que cometa un pecado”.

    Le dijeron: ¡Mensajero de Dios! ( d ) Y cómo provoca que cometa un pecado? Él respondió: “Permanece con él hasta que no tiene nada para ofrecerle” (Muslim, Hadiz n° 48)

  • Derechos de los pobres y necesitados

    Dios alaba a quienes gastan en Su causa para ayudar a los pobres y necesitados de la sociedad. Esto se basa en las siguientes instrucciones del Sagrado Corán: …Aquellos que de sus bienes destinan un derecho consabido [el Zakat y las caridades] Para el mendigo y el indigente (70:24-25)


    De hecho, el Islam considera la caridad que se le da a los pobres y necesitados como una de las acciones más virtuosas. Además, el Islam advierte a quienes ocultan y guardan su riqueza y no la gastan por causas de beneficio social. Dice Dios en el Corán: La piedad no consiste en orientarse hacia el oriente o el occidente, sino que consiste en creer en Dios, el Día del Juicio, los Ángeles, el Libro, los Profetas, hacer caridad, a pesar del apego que se tiene por los bienes, a los parientes, huérfanos, pobres, viajeros insolventes, mendigos y cautivos, hacer la oración prescripta, pagar el Zakat, cumplir con los compromisos contraídos, ser paciente en la pobreza, la desgracia y en el momento del enfrentamiento con el enemigo. Ésos son los justos, y ésos son los temerosos de Dios. (2:177)

    Los que acumulan la riqueza sin dar lo que corresponde a los pobres y necesitados según lo ordena Dios, recibirán de Su parte un severo castigo el Día del Juicio Final. Dice Dios en el Corán: A aquellos que atesoren el oro y la plata y no contribuyan por la causa de Dios pagando el Zakat correspondiente por sus bienes anúnciales [¡Oh, Muhámmad!] un castigo doloroso. (9:34)

    Por esta razón, el Zakat fue prescripto como uno de los pilares básicos del Islam. El Zakat es un porcentaje fijo, 2,5% de la riqueza acumulada en el período de un año. Los musulmanes ofrecen voluntariamente el monto debido en obediencia a los Mandamientos de Dios. Lo entregan a los pobres y necesitados. El Zakat es obligatorio para quienes poseen el monto apropiado que debe pagarse. Dice Dios en el Sagrado Corán: Y se les había ordenado [en sus legislaciones] que adoraran a Dios con sinceridad, fuesen monoteístas, realizaran la oración y pagaran el Zakat, pues ésa es la verdadera religión (98:5)


    Si un musulmán niega el pago del Zakat (caridad obligatoria) dejará de ser musulmán. Aún más, si un musulmán se niega abierta y públicamente a pagar el monto debido del Zakat a quienes lo merecen, el gobernante musulmán deberá perseguirlo hasta que pague. La negativa a pagar el Zakat provoca un daño en el segmento más pobre y necesitado de la sociedad, quienes tienen el derecho a recibir esta ayuda. Abu Bakr, el segundo Califa correctamente guiado, persiguió física y fiscalmente a un grupo que se negaba a pagar el Zakat. Abu Bakr declaró: ‘¡Por Dios! Si los que rechazan el Zakat se negaran a pagar incluso el valor de una cabra (según otra narración: una prenda de vestir) que anteriormente le habían ofrecido al Profeta, los perseguiré hasta que paguen el monto debido]’.

    El Zakat se prescribe con los siguientes principios y condiciones:

    • La persona que paga Zakat debe poseer el ‘Nisab’ (monto mínimo imponible estipulado por la legislación islámica). Este monto debe sobrar a las necesidades básicas, que son alimento, vivienda, transporte y vestimenta adecuada.
    • Debe pasar un período de un año en el que el propietario tenga ese monto en su poder, y sin necesidad de pagar con el mismo sus necesidades básicas. Si pasa menos de un año, no es obligatorio el pago del Zakat.

    El Corán define los tipos de personas que tienen derecho a recibir el Zakat: Ciertamente que el Zakat es para los pobres, los menesterosos, los que trabajan en su recaudación y distribución, aquellos que se desea ganar sus corazones [por haber mostrado cierta inclinación por el Islam o haberlo aceptado recientemente], para la liberación de los cautivos, los endeudados, la causa de Dios, y el viajero insolvente. Esto es un deber prescripto por Dios, y Dios es Omnisciente, Sabio. (9:60)

    El Zakat se estima en un 2,5% del total de fondos ahorrados durante el lapso de un año. El Islam impone el Zakat para erradicar la pobreza de la sociedad, prevenir problemas que resultan de la pobreza como robos, asesinatos, ataques a las personas y sus propiedades. Además, revive el bienestar y la solidaridad entre los miembros de la sociedad islámica. Aún más, el Zakat se utiliza para satisfacer las necesidades de los más carentes, destituidos, y para pagar las deudas de quienes están endeudados y no pueden pagar por alguna razón firme y legítima. Además, el pago del Zakat purifica el corazón, el alma y la riqueza obtenida. El propietario de la riqueza erradica de su corazón el egoísmo y la avaricia al pagar esta caridad. Nos dice Dios en el Sagrado Corán: Temed a Dios cuanto podáis, escuchadle, obedecedle, y haced caridad, pues es lo mejor para vosotros. Y sabed que quienes luchen contra la propia avaricia serán los triunfadores. (64:16)

    El Zakat purifica los corazones de quienes son menos beneficiados puesto que tendrán menos odio, celos y amargura contra los ricos de la sociedad porque verán que pagan sus obligaciones y las entregan a sus hermanos más pobres.

    Dios advierte a quienes se niegan a pagar su Zakat sobre un severo castigo. Dice en el Sagrado Corán: Que no crean los que mezquinan lo que Dios les ha concedido por Su gracia que es un bien para ellos. Al contrario, es un mal. Todo lo que escatimaron lo tendrán alrededor del cuello el Día del Juicio. A Dios pertenece la herencia de cuanto hay en los cielos y la Tierra. Dios está bien informado de lo que hacéis. (3:180)

  • Derechos de los empleados/trabajadores

    Derechos de los trabajadores

    El Islam ha definido una serie de reglas sobre el trabajo y los trabajadores. El empleador, según las enseñanzas islámicas, debe establecer una relación justa y cordial con sus empleados y trabajadores. Tal relación debe basarse en la igualdad, la buena voluntad y la hermandad del Islam. Esto se basa en las siguientes palabras del Mensajero de Dios ( s ) : ‘Sus trabajadores y esclavos son sus hermanos que Dios ha puesto bajo su responsabilidad. Todo aquel que tenga alguien bajo su mando debe darle de comer lo mismo que él come, vestirlo con la misma ropa, y no debe sobrecargarlo más allá de sus capacidades. Pero si le provoca una carga, debe ayudarlo’ (Al-Bujari, Hadiz n° 5702)

    El Islam respeta el honor y la dignidad de los trabajadores. Ha sido reportado que el Mensajero de Dios dijo ( s ): “El mejor ingreso es el que resulta del trabajo honesto” (Musnad Ahmad, Hadiz n° 8419)

    Es más, el Islam le exige al empleador que declare los salarios que se le pagarán al trabajador antes de que éste comience la tarea. (Baihaqi y Abdul Razzaq en al-Musannaf.)

    El Mensajero ( y ) de Dios aseguró los derechos del trabajador y su salario. Se ha registrado que el Mensajero de Dios ( s ) dijo: “Seré adversario de tres personas el Día del Juicio Final: El que dio en mi nombre y luego traicionó, el que esclavizó a un hombre libre y consumió el precio de su venta, y el que emplea a un trabajador pero no le paga lo que corresponde” (Al-Bujari, Hadiz n° 2114.)

    El Mensajero de Dios ( s ) dio instrucciones al empleador: “Paga al trabajador su salario antes de que el sudor causado por su trabajo se haya evaporado de su frente” (Ibn Mayah, Hadiz n° 2468)

    Derechos de los empleadores

    De igual manera, el Islam les exige a los trabajadores mantener una buena relación con el empleador, cumplir con sus obligaciones dando lo mejor de sí y de su talento. Los trabajadores no deben descuidar ni perjudicar al empleador o su trabajo de ninguna manera. Se ha reportado que el Mensajero de Dios ( s ) dijo: ““Dios aprecia al trabajador que perfecciona su trabajo” (Abu Ya’la y Baihaqi.)

    Para fomentar la sinceridad en el trabajo y proteger su dignidad, el Islam determina que lo ganado por el trabajador sea el mejor de los ingresos si fue sincero en su trabajo. Dijo el Profeta ( s ): “El mejor de los ingresos es el que se obtiene con el esfuerzo propio”.

  • Derechos de los animales

    Los animales y mascotas deben mantenerse bien alimentadas, cuidadas correctamente y tratadas con bondad. Se ha reportado que el Mensajero de Dios ( s ): dijo: “Una mujer mereció el Fuego del Infierno porque encerró un gato hasta que murió. La mujer no le dio de comer ni le ofreció agua para beber – tampoco lo dejaba salir para que se alimentara por si mismo” (Al-Bujari, Hadiz n° 5702 y Muslim, Hadiz n° 1661)

    Los animales de carga no deben ser sobrecargados de tal manera que no puedan llevar la carga. Los animales no deben ser torturados, lastimados ni golpeados por ninguna razón. Se ha reportado que el Mensajero de Dios ( s ) dijo: “Dios maldice a una persona que quema a un animal para marcarlo o tatuarlo” (Al-Bujari, Hadiz n° 2236 y Muslim, Hadiz n° 2110)

    El Islam prohíbe a las personas utilizar un animal como blanco vivo. Fue reportado que Ibn Omar pasó junto a un grupo de jóvenes de Quraish que se encontraban disparándole a un ave. Entonces les dijo: ‘Que Dios maldiga a la persona que utiliza un ave como blanco’. Y les relató que el Mensajero de Dios ( s ) dijo: “Que Dios maldiga a la persona que utiliza un ser vivo como blanco” (Al-Bujari, Hadiz n° 5196 y Muslim, Hadiz n° 1958)

    El Islam también prohíbe abusar o dañar animales que no serán para consumo tal como fue mencionado en el dicho narrado por Ibn Mas’ud: ‘Viajábamos en compañía del Mensajero de Dios. Él se alejó para atender el llamado de la naturaleza. Mientras estuvo lejos, vimos una pájara con sus dos pichones. Tomamos los pichones y la madre comenzó a sobrevolar por encima de nosotros. Cuando el Mensajero de Dios regresó, vio lo que habíamos hecho y preguntó: “Quien haya agitado a esta ave quitándole sus pichones, ¡devuélvalos de inmediato!”. Al mismo tiempo, vio una colonia de hormigas que habíamos quemado y dijo: “¿Quién quemó esto? Le dijimos: Fuimos nosotros. Él dijo: “Ciertamente, nadie debe atormentar con fuego excepto el Señor del Fuego” (Abu Dawud, Hadiz n° 5268)


    Además, el Islam ordena tener misericordia a la hora de degollar animales para consumo. No está permitido afilar el cuchillo delante del animal que se matará ni en presencia de otros animales, como tampoco degollarlos con una hoja desafilada. Tampoco está permitido matarlos quebrándoles el pescuezo, golpeándolos, electrocutándolos, ni comenzar a despellejarlos antes de que estén totalmente muertos. Dijo el Profeta: ( s ): “Ciertamente Dios les ordena que sean bondadosos en todo acto. Si degüellan (para consumo), háganlo de buena manera: afilen su cuchillo y hagan del sacrificio un proceso fácil y rápido” ( (Muslim, Hadiz n° 1955))

    Al mismo tiempo, el Islam ordena matar aquellos animales y/o insectos peligrosos para proteger a los seres humanos del peligro de estos animales, puesto que la vida del hombre es sagrada a la vista de Dios. Por lo tanto, si los derechos de los animales son importantes ante la vista de Dios, los derechos de los seres humanos lo son aún más. Dios nos dice en el Sagrado Corán: Por cierto que hemos honrado a los hijos de Adán, y les hemos facilitado los medios para transitar por la tierra y por el mar; les hemos proveído de cosas buenas y los hemos preferido por encima de muchas otras criaturas. (17:70)

    No sólo se ordena este trato justo y bondadoso para proteger a los animales de toda crueldad sino que también sirve de expiación de los pecados cometidos, así como se convierte en una razón para ser admitido en el Paraíso. El Mensajero de Dios ( s ) ha dicho: “Mientras un hombre se encontraba en su camino, sufrió una terrible sed. Encontró un pozo de agua y descendió por él, bebió y volvió a subir. Al salir, vio un perro jadeando y lamiendo el polvo debido a la sed que lo atormentaba. El hombre pensó: ‘este perro sufre la misma sed que yo sufría’. Entonces bajó nuevamente al pozo, llenó su zapato con agua y sosteniendo el zapato en la boca, subió y le dio de beber al perro. Dios, Alabado sea, lo elogió y aceptó su acción (por este acto de compasión) y le perdonó sus pecados”. Alguien le preguntó al Profeta: ( s ) ¡Mensajero de Dios! ¿Se nos recompensará por lo que hacemos por los animales?’. Él respondió: “Sí, ciertamente. En toda alma viviente hay una recompensa” (Musnad Ahmad, Hadiz n° 12901)

    Rights Of Plants & Trees

    Islam permits benefiting from the fruits of trees but forbids cutting them or breaking their branches without a genuine reason. On the contrary, Islam commands us to preserve trees and encourages any reproduction process or activities which help in growing more trees. God’s Messenger ( s ) said, “If the Hour [of the Last Day] took place while one of you is holding a palm-tree seedling [to plant in the dirt], then if he can plant it before standing up, he should do it.” (Musnad Ahmad, Hadith no. 12901.)

    El Islam considera plantar árboles y plantas beneficiosas como una caridad por la cual el musulmán es recompensado. Dijo el Mensajero de Dios ( s ) :said “Siempre que un musulmán planta o cultiva, de lo cual puedan comer aves, seres humanos o animales, se le considerará una caridad” (Muslim, Hadiz n° 2195)

  • Derechos varios

    Miscellaneous Rights

    El Islam regula ciertos derechos para los caminos y sitios públicos. Se ha reportado que el Mensajero de Dios ( s ) dijo: “Eviten sentarse al costado de los caminos [o aceras]”.

    Los Compañeros del Profeta ( s ) que estaban presentes en ese momento comentaron: ‘¡Mensajero de Dios! Los costados de los caminos son vías para que nos sentemos, disfrutemos y hablemos’. Al escuchar este comentario, el Mensajero de Dios respondió: ‘Si no pueden evitar sentarse en las aceras, entonces denle a las aceras sus derechos’. Los Compañeros preguntaron: ‘¡Oh, Mensajero ( s ) de Dios! ¿Cuáles son los derechos de las aceras?’. El Mensajero de Dios respondió: “Recatar la mirada [cuando pasa una mujer, por ejemplo], limpiar el camino de elementos peligrosos, devolver el salam [saludo islámico], fomentar el bien y prohibir el mal” (Al-Bujari, Hadiz n° 2121 y Muslim, Hadiz n° 2333)

    Se ha reportado que el Mensajero de Dios ( s ) dijo también: “Eliminar todo elemento peligroso del camino es un acto de caridad [que será recompensado y apreciado por Dios]” (Al-Bujari, Hadiz n° 2827.)

    Además de esto, también se ha reportado que el Mensajero de Dios ( s ) dijo: ( s ) ‘Teman dos actos que causan maldición’. Los Compañeros, que estaban presentes en ese momento, preguntaron: ‘¡Mensajero de Dios! ¿Cuáles son esos dos actos malditos?’. El Mensajero de Dios ( s ) respondió: “La persona que responde al llamado de la naturaleza (orinar o defecar) en los caminos públicos o a la sombra donde los demás van a descansar” (Muslim, Hadiz n° 269)

    En general, el Islam considera obligatorio que los musulmanes sean considerados y cuidadosos unos con otros, sin importar dónde se encuentren. Dijo el profeta ( s ) : “La similitud de los creyentes en su cuidado mutuo, el amor y la bondad de unos a otros es como el cuerpo humano: Si un órgano sufre dolor, ello provoca que el cuerpo entero tenga fiebre y permanezca alerta” (Al-Bujari, Hadiz n° 5665.)

    “Ninguno de ustedes será creyente hasta tanto quiera para su hermano lo que ama para sí mismo” (Al-Bujari, Hadiz n° 13)

    Para los tiempos de necesidad, el Profeta ( s ) dijo: “Los creyentes son uno al otro como los ladrillos de una pared, se apoyan unos con otros”. Y lo decía entrelazando los dedos. (Al-Bujari, Hadiz n° 5680)

    Los musulmanes tienen prohibido abandonarse unos a otros, tal como dijo el Profeta: ( s ) : “Todo aquel que no apoye a otro musulmán cuando sus derechos sean atacados y su honor se vea mancillado, Dios lo abandonará cuando necesite Su ayuda. Quien ayuda a un musulmán cuando sus derechos sean atacados y su honor se vea mancillado, Dios lo ayudará cuando necesite Su ayuda”. (Abu Da’ud, Hadiz n° 4884.)

    Sin embargo, si no se hicieran cumplir estas reglas o derechos, permanecerían como ideales o sueños en la mente de las personas. Si no existiera autoridad para garantizar su cumplimiento, serían solo ideales utópicos. Fue reportado que el Mensajero de Dios ( s ) dijo: “Deben detener a la persona ignorante que quiere hacer el mal. Deben obligar a tal persona a fomentar el bien, o de lo contrario, Dios hará descender un castigo general para la sociedad”.

    Para conservar y mantener dichos derechos en la sociedad islámica, Dios le ha revelado a Su Mensajero los mandamientos pertinentes. Dios ordena no exceder estos límites y establece castigos y leyes conocidos como Hudud (límites) o penalidades, así como, para quien no se arrepiente de su pecado, impone un castigo específico en el Más Allá.

    Enumeramos sólo algunos de los mandamientos de lo que se debe y no se debe según el Islam:


    El Islam prohíbe matar o asesinar a cualquier ser humano. El Islam considera dicho acto como uno de los pecados más graves. Esto se basa en el siguiente versículo del Sagrado Corán: No matéis al prójimo, pues Dios lo ha prohibido, salvo con justo motivo. A quien se le dé muerte injustamente le concedemos a su familiar directo o apoderado el derecho [a exigir la ley del talión o una indemnización], pero que no transgreda sus límites. Su derecho está legalmente corroborado. (17:33)

    El Islam prohíbe todo acto de agresión contra el honor, la propiedad y la privacidad de las personas. De hecho, tales actos de agresión son considerados pecados graves en el Islam. Dios dice en el Sagrado Corán: Diles: Venid que os informaré lo que vuestro Señor os ha prohibido: No debéis asociarle nada y seréis benevolentes con vuestros padres, no mataréis a vuestros hijos por temor a la pobreza, Nosotros Nos encargamos de vuestro sustento y el de ellos, no debéis acercaros al pecado, tanto en público como en privado, y no mataréis a nadie que Dios prohibió matar, salvo que sea con justo derecho. Esto es lo que os ha ordenado para que razonéis. (6:151)

    Aún más, el Islam prohíbe todo tipo de acciones consideradas como actos impúdicos, o que constituyan un medio para promover la indecencia en la sociedad. Por lo tanto, todo acto que lleve a comer un acto indecente también será prohibido en el Islam. Dios, Alabado sea, dice lo siguiente en el Sagrado Corán: Apartaos de todo lo que os lleve a la fornicación, pues esto es una inmoralidad y conduce al mal (17:32)

    Dios prohíbe todo tipo de agresión contra la riqueza y la propiedad de los demás. Por lo tanto, toda forma de robo, engaño, etc., está prohibida en el Islam. Esto se basa en las palabras del Mensajero de Dios ( s ) que dice: “Todo aquel que engañe no es uno de nosotros” (Muslim, Hadiz n° 164)

    La usura, y el pago y cobro de todo tipo de interés financiero están prohibidos en el Islam, por la injusticia y desigualdad que provocan en el sistema económico, causando daño especialmente en los pobres. Dios, Alabado sea, dijo en el Sagrado Corán: Los que lucren con la usura saldrán de sus tumbas el Día del Juicio como aquel al que Satanás ha poseído, dejándolo trastornado. Esto porque dicen que el comercio es igual que la usura; pero Dios permitió el comercio y prohibió la usura. A quien le haya llegado de su Señor la prohibición, y se haya abstenido arrepintiéndose, podrá conservar lo que haya ganado, y lo que cometiere luego de esto estará en manos de Dios. Y si reincide se contará entre los moradores del Fuego, en el que sufrirá eternamente. (2:275)

    Dios prohíbe todo tipo de engaño y traición. Dice en el Sagrado Corán: ¡Oh, hijos de Adán! Que Satanás no os seduzca como lo hizo con vuestros padres [Adán y Eva] haciendo que saliesen del Paraíso y fuesen despojados de las prendas que les cubrían. Satanás y sus sirvientes os acechan desde donde vosotros no les veis. Por cierto que hicimos que los demonios fueran los aliados de los incrédulos. (7:27)

    El Islam prohíbe el monopolio. Dijo el Mensajero de Dios ( s ) : “Sólo monopoliza el deshonesto” (Registrado por Muslim.)

    El Islam prohíbe todo tipo de soborno, como dice el dicho del Mensajero de Dios ( s ): “Que Dios maldiga a quienes pagan sobornos y a quienes lo reciben”


    Prohibiciones similares se imponen a los medios ilegales a través de los cuales se obtiene algún beneficio ilegítimo. Dice Dios en el Sagrado Corán: No devoréis vuestros bienes injustamente unos a otros, ni sobornéis con ellos a los jueces para devorar ilegalmente la hacienda ajena a sabiendas. (2:188)

    El Islam condena el abuso de poder, de la posición y la autoridad para obtener beneficios personales. De hecho, el Islam le da poder al gobernante para que reclame por los bienes que fueron tomados por medios abusivos y los devuelva a su dueño legítimo. El Mensajero de Dios ( s ) nombró a un hombre llamado Ibn-ul- Lutbiyyah como recaudador de Zakat. Cuando el recaudador trajo lo que había obtenido como Zakat dijo: Esto es para ti (para el tesoro islámico) y esto me han dado de regalo. El Mensajero de Dios ( s ) se molestó mucho al oír esto y le dijo: “De haberse quedado en casa de sus padres, ¿habría recibido esos regalos? Por Aquel Cuyas manos está mi alma, nadie toma algo ilegítimo sin que lo lleve colgado de su cuello el Día de la Resurrección, aún si fuera un camello. Luego levantó las manos al cielo y dijo tres veces: “¡Oh, Dios! Sé testigo de que he transmitido el Mensaje” (Al-Bujari, Hadiz n° 6772 y Muslim, Hadiz n° 1832. )

    El Islam prohíbe toda forma de embriagante que afecte la lucidez mental de quien lo consume. El Sagrado Corán ordena lo siguiente: ¡Oh, creyentes! El vino, los juegos de azar, los altares e ídolos y consultar la suerte valiéndoos del azar, son una obra inmunda de Satanás. Absteneos de ello y así tendréis éxito. (5:90)

    Todo tipo de agresión a una persona o animal como propinar golpes, traición, falso testimonio, esparcir chismes, etc., están totalmente prohibidos. El siguiente versículo del Sagrado Corán advierte: ¡Oh, creyentes! Evitad sospechar demasiado [de la actitud de los demás], pues ciertamente algunas sospechas son un pecado; y no os espiéis, ni habléis mal del ausente, pues ello es tan repulsivo como comer la carne de un hermano muerto ¿Acaso alguno de vosotros desearía hacerlo? Por supuesto que os repugnaría. Y temed a Dios; ciertamente Dios es Indulgente, Misericordioso. (49:12)

    El Islam defiende la dignidad y el honor, y prohíbe la difamación. Dios manifiesta lo siguiente en el Sagrado Corán: ¡Oh, creyentes! No entréis en ninguna casa que no sea la vuestra sin antes pedir permiso y saludar a su gente. Esto es lo mejor para vosotros, recapacitad pues, y obrad correctamente. (24:27)

    La justicia es uno de los elementos básicos de la religión musulmana. No está permitido ser injustos con nadie. Dios ordena lo siguiente en el Sagrado Corán: Dios ordena ser equitativo, benevolente y ayudar a los parientes cercanos. Y prohíbe la obscenidad, lo censurable y la opresión. Así os exhorta para que reflexionéis. Cumplid vuestro compromiso con Dios. No quebrantéis los juramentos después de haberlos realizado, habiendo puesto a Dios como testigo. Dios bien sabe cuánto hacéis. (16:90-91)

    Además, en un relato (Hadiz Qudsí), Dios dice: “¡Oh, siervos míos! Me he prohibido a mi mismo la injusticia. La declaro ilícita para ustedes. Por lo tanto, no cometan actos de injusticia unos a otros” (Muslim, Hadiz n° 2577)

    De hecho, Dios no permite ninguna clase de injusticia contra aquellos que no profesan la fe islámica. Dios les ha exigido a los musulmanes ser bondadosos y justos con los no musulmanes. Dice Dios en el Sagrado Corán: Dios no os prohíbe ser benevolentes y equitativos con quienes no os han combatido por causa de la religión ni os han expulsado de vuestros hogares, pues ciertamente Dios ama a los justos. (60:8)

    El Islam prohíbe insultar las religiones, porque ello sólo genera animosidad, odio y disconformidad. El Sagrado Corán aconseja: No insultéis a quienes invocan a otras divinidades en lugar de Dios, no sea que reaccionen hostilmente e insulten a Dios sin tener conocimiento [acerca de lo que dicen]. Así es como hemos hecho que parezcan buenas sus obras a cada pueblo, más finalmente todos comparecerán ante Él y Él les recordará lo que hacían. (6:108)

    En su lugar, Dios instruyó a los musulmanes para que dispongan un diálogo justo y maduro. Dice Dios: Di: ¡Oh, Gente del Libro! Convengamos en una creencia común a nosotros y vosotros: No adoraremos sino a Dios, no Le asociaremos nada y no tomaremos a nadie de entre nosotros como divinidad fuera de Dios. Y si no aceptan decid: Sed testigos de nuestra entrega a Dios. (3:64)

    Aún más, el Islam prohíbe todo tipo de corrupción o engaño social, político y moral. Así lo ordena el Sagrado Corán: No os corrompáis en la Tierra después de que se haya establecido en ella el orden, e invocadle con temor y esperanza. Por cierto que los benefactores están más cerca de la misericordia de Dios. (7:56)

    El Islam prohíbe la coacción en asuntos de fe e ideología. Dios manifiesta lo siguiente en el Sagrado Corán: Si tu Señor hubiera querido, todos los habitantes de la Tierra habrían creído. Tú no podrás hacer que los hombres crean aunque intentaras imponérselos (10:99)

    Esto no significa que los musulmanes no deban convocar a otros a sumarse a la fe monoteísta del Islam transmitiendo el Mensaje de Dios a las personas, sino que indica que los musulmanes debemos aceptar que Dios ha creado diversos pueblos, proponerles un trato amistoso, y convocarles al Islam de una manera sabia y amable cuando y como sea conveniente. El Islam está dirigido a toda la humanidad; no se trata de un llamado regional ni étnico. Pero la guía está en las Manos de Dios solamente y no en manos de la gente.

    El Islam ordena dirigir los gobiernos con consultas populares. El principio de la consulta se aplica en situaciones en las que no existen indicaciones claras en el Corán o en los relatos del Profeta. Dice Dios en el Sagrado Corán: Obedecen a su Señor, practican la oración prescripta, se consultan en sus asuntos, y hacen caridades con parte de lo que les hemos sustentado, (42:38)

    El Islam hace un llamado a la justicia plena entre las personas. Dice Dios en el Sagrado Corán: Dios os ordena que restituyáis a sus dueños lo que se os haya confiado, y que cuando juzguéis entre los hombres lo hagáis con equidad. ¡Qué bueno es aquello a lo que Dios os exhorta! Dios es Omnioyente, Omnividente. (4:58)

    El Islam ordena asistir al oprimido, sea musulmán o no musulmán. Esto se basa en el siguiente versículo del Sagrado Corán, cuyo significado se traduce de la siguiente manera: ¿Por qué no combatís por la causa de Dios, cuando hay hombres, mujeres y niños oprimidos que dicen: ¡Señor nuestro! Sálvanos de los habitantes opresores que hay en esta ciudad. Envíanos quien nos proteja y socorra (4:75)

    El Islam establece un sistema ejecutivo o autoridad para lograr el bien común. A la luz de que existen ciertas personas que se comportan delictivamente, el estado detenta el uso de la fuerza, para asegurar que todos los individuos gocen de sus derechos. Por eso funciona para monitorear la protección de tales derechos, como son la prevención de toda agresión, y aplicar el castigo apropiado contra quienes violen las leyes. El siguiente es un resumen de algunos de los diversos poderes que son componentes del sistema de gobierno musulmán: